lunes, 7 de abril de 2008

LIBERTAD ABORTADA (PILDORA DEL DÍA DESPUÉS)


Las siguientes palabras vienen desde el alma.

Al enterarme de que el Tribumal Constitucional prohibió la distribución de la píldora del día después en los consultorios, por considerar este hecho como inconstitucional, volvieron a mi mente esos lamentables recuerdos de la dictadura militar.


Sin duda, esta medida atenta contra la libertad de todos los habitantes de nuestro país.


Si bien es cierto que como argumento a favor de la medida está el derecho a la vida, me pregunto ¿qué tipo de vida es la que se está protegiendo?... ¿la vida por la vida?... no lo sé, lo que si sé es que hay algo que a los pacatos de derecha que se pronunciaron en contra de la píldora (que se las dan de santurrones, pero que en realidad sólo les interesa figurar en pos del poder) no les importa, que es la DIGNIDAD con que se vive la vida.


Esto es algo que afecta a todos, a hombres y mujeres, es más, a la familia completa.


Pues bien, si en un hogar pobre de este país, constituido por los padres y 2 o 3 hijos, que vive con el sueldo mínimo, cerca de $150.000 (que por cierto los mismos santurrones de derecha se niegan a aumentar) la mujer queda embarazada y nace un cuarto hijo, la calidad de vida de esa familia se verá afectada mucho más de lo que hasta en ese momento estaba siendo afectada. Así, los 4 niños verán limitadas sus oportunidades de una buena alimentación, de acceso a medicamentos, de una buena educación , etc.


Pero claro, es muy fácil determinar que todo el mundo debe nacer, no importando en qué condiciones, desde la posición de estos santurrones, desde sus camionetas último modelo, sus casas en Vitacura y sus suculentos sueldos en el congreso. Todos ellos cuentan con las condiciones óptimas para traer a un hijo al mundo, buena educación, salud privada, vacaciones en el extranjero o en algún lago del sur (a estos santurrones les gustan los lugares donde no hay tanta rotería, justo donde los niños pobres no tienen alcance), etc.


Creo que lo primordial es confiar en el ser humano, confiar en su juicio, pues nadie puede negar o coartar el libre albedrío invocando razones religiosas ni fundamentalistas.


La vida es defendible bajo todo punto de vista, siempre y cuando sea digna de ser vivida. Lo mismo se plantea en el caso de la eutanasia. Hay veces en que morir es una elección válida para quien padece de cierto tipo de enfermedades.


Si es que en Chile todas las personas tuvieran iguales oportunidades en salud, vivienda, educación, etc, creo que recién entonces sería lícito pensar si quiera que la pildora del día después es una opción criminal o negativa... pensándolo bien, ni en ese caso sería válido cuestionarla, pues constituye un derecho que toda mujer debería poseer sin objetación.


En vez de regular la situación del aborto, estos personajes infames prefieren negar un hecho que ocurre y seguirá ocurriendo en Chile, una cantidad enorme de abortos clandestinos, que a la larga traen más complicaciones producto de la prohibición de hacerlo en un servicio público sanitario.


Realmente una vergüenza.

Foto: tomasoski