Sin lugar a dudas, las autoridades del país tienen un alma de payaso que cada cierto tiempo se asoma al exterior en sus actuaciones.
A lo de la píldora del día después, se suma el escándalo del hospital de Curepto (inaugurado sin camas y con pacientes de mentira), el que nuestra Presidenta haya dado su apoyo incondicional a China y el tema con el Tibet (primando el tema económico por sobre el ético. Pues Chile vivió hace muy poco tiempo una dictadura que también violó indiscriminadamente los derechos humanos, al igual que China en su política con Lhasa), el juicio político a la Ministra de Educación Yasna Provoste (en el que lo único que les importó a nuestros parlamentarios fue figurar un poco), el apoyo incondicional del gobierno a la Ministra destituida (quien por estos días se ha convertido en la mujer con la que los políticos de la Concertación desean ser vistos y fotografiados), etc.
Realmente es una lástima que estos personajes decidan por miles y miles de personas honestas, trabajadoras, pensantes y sinceras.
A estas alturas dudo mucho de si nuestra clase política está consciente de la realidad chilena, pues como se puede apreciar en sus últimas actuaciones, parece estar cegada por las luces del escenario de su propio circo, un circo, por cierto, con asientos reservados para ellos mismos, pues el resto del país se encuentra fuera de la carpa tratando de lidiar con la vida real y con los problemas que los payasines se niegan a resolver.
Y al parecer, la función del circo tiene para rato.
Foto: daveparker
A lo de la píldora del día después, se suma el escándalo del hospital de Curepto (inaugurado sin camas y con pacientes de mentira), el que nuestra Presidenta haya dado su apoyo incondicional a China y el tema con el Tibet (primando el tema económico por sobre el ético. Pues Chile vivió hace muy poco tiempo una dictadura que también violó indiscriminadamente los derechos humanos, al igual que China en su política con Lhasa), el juicio político a la Ministra de Educación Yasna Provoste (en el que lo único que les importó a nuestros parlamentarios fue figurar un poco), el apoyo incondicional del gobierno a la Ministra destituida (quien por estos días se ha convertido en la mujer con la que los políticos de la Concertación desean ser vistos y fotografiados), etc.
Realmente es una lástima que estos personajes decidan por miles y miles de personas honestas, trabajadoras, pensantes y sinceras.
A estas alturas dudo mucho de si nuestra clase política está consciente de la realidad chilena, pues como se puede apreciar en sus últimas actuaciones, parece estar cegada por las luces del escenario de su propio circo, un circo, por cierto, con asientos reservados para ellos mismos, pues el resto del país se encuentra fuera de la carpa tratando de lidiar con la vida real y con los problemas que los payasines se niegan a resolver.
Y al parecer, la función del circo tiene para rato.
Foto: daveparker
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