martes, 25 de marzo de 2008

NIÑOS, SÓLO HASTA LOS 4 AÑOS


El psicólogo Erik Erikson (wiki), plantea que los seres humanos, a lo largo de nuestro desarrollo, atravazamos 8 etapas.

Según Erikson, lo que suceda en una etapa, incidirá en lo que ocurra en la etapa siguiente. Por ello, sería necesario atravezar cada etapa de la mejor manera para que ésta incida positivamente en la siguiente.
Una de ellas, es la etapa "Iniciativa v/s culpa" (de los 3 a los 6 años), que abarca el período preescolar de nuestros niños. En esta etapa (que es la etapa del juego), el niño debe desarrollar cierta iniciativa en su actuar, sin que esto le provoque sentimientos de culpa. Una de las cosas principales con las que cuenta el niño en esta etapa, es su curiosidad, especialmente aplicada a sus juegos. La mayor iniciativa del niño, va acompañada de un mayor sentido de la responsabilidad por los actos realizados. Al haber responsabilidad, la culpa aparece al hacer algo que no se debía realizar (el niño es responsable de sus travesuras y puede sentirse culpable al realizar alguna, alentado por su curiosidad).

El ideal es que el niño equilibre tanto la iniciativa como la culpa, para así poder desarrollar la virtud del "propósito" en su vida.

Pues bien, luego de esta pequeña explicación, les contaré lo que sucede con muchos de nuestros pequeños, que están en esta etapa, en Chile.


El sábado recién pasado, leí en El Mercurio un artículo acerca del derecho a examen y la cuota de incorporación que aplican los colegios particulares de nuestro país. Por supuesto, El Mercurio, en la nota, privilegió el aspecto económico del asunto y se interesó bien poco por lo que le sucede a los preescolares que postulan a estas instituciones.


Las postulaciones se hacen una año antes que los pequeños entren al colegio (a los 3 años).

Dentro de las pruebas de ingreso, a los niños se les hace un examen de madurez. Sí, a los 3 años ya tienes que tener la suficiente madurez como para ingresar a un colegio, jugar con plasticina, pintar y usar la imaginación en los juegos. Pues bien, creo que todo niño de 3 años está preparado para ello (salvo algún caso patológico o con problemas en el desarrollo).


En eso están nuestros niños a los 3 años, luchando por un cupo en estas instituciones, luchando por no defraudar a sus padres, luchando por hacer lo que se les pide, no lo que pueden y quieren hacer realmente.

Para mí el tema es bastante irritante, pero comprensible en el mundo en que vivimos, el cual vive de las apariencias, del qué dirán, del arribismo y de la competencia a todo nivel, incluso el infantil.


Padres presionan a sus hijos, a veces los retan, otros les gritan o hasta golpean por ser lo que son... niños.


Madurez a los tres años... mentira, sólo una excusa para incorporar en los colegios a las "familias" más influyentes y acaudaladas de la sociedad, dejando de lado a quienes no cumplen con las expectativas de la institución. Los niños entran en estos colegios por estas razones, no por su verdadera capacidad.


Cuando yo era pequeño, estuve en casa hasta los 5 años, con mis padres, tíos, primos y amigos. Hoy, los niños se saltan una etapa, etapa en la que el contacto con el entorno cercano es vital. Las causas son muchas, siendo el exceso de trabajo de los padres una de ellas.


Volviendo a Erikson, los niños que no quedan seleccionados desequilibran la balanza entre iniciativa y culpa, inclinándola hacia ésta última.
Niños que se sienten culpables por lo que hacen, serán niños carentes emocionalmente en la adultez.

Dejémolos ser lo que son, niños, incluso después de su supuesta mayoría de edad (según estos colegios)... a los 3 o 4 años.


Foto: Luis Fabres