A partir del mes de Julio, la planta de la GM (General Motors) ubicada en Arica, cerrará sus puertas definitivamente. De esta planta salían las camionetas LUV que circulan por nuestro país.
La medida adoptada por la empresa es un nuevo golpe a la alicaída economía de la ciudad, la cual se encuentra desde hace varios años en pésimas condiciones.
Una de las causas de esta crisis económica ariqueña es el ser una cuidad que por el norte limita con la zona franca de Tacna y por el sur con la de Iquique. Así, Arica se ha convertido en una especie de isla en medio del desierto, ya que del sur la gente (y el dinero) sólo llegan hasta Iquique y del norte, ocurre lo mismo, pero hasta Tacna.
Arica, ciudad que antaño era próspera y llena de actividad y vida, poco a poco se está apagando y cayendo en un peligroso letargo que parece llevar a la ciudad a lo que hoy son las antiguas salitreras de nuestro país... pueblos fantasma.
Las autoridades locales y el gobierno central, han tratado de fomentar el turismo en la zona, pero claramente el trabajo que han realizado ha sido escaso o ineficiente. Un ejemplo de esto son lo que ocurre con las hermosas playas del lugar en los meses de verano (fecha en que llegan muchos turistas bolivianos a la ciudad). En pleno mes de de enero o entrado febrero, los ríos San José y el Lluta desembocan en las playas de la ciudad, producto del invierno boliviano (lluvias veraniegas en al altiplano). Estos ríos arrastran consigo basura, escombros, barro, tierra y lo que se encuentre a su paso, todos productos que contaminan la costa.
Una vez que los ríos "bajan" a la ciudad, los turistas la abandonan de inmediato. Así, el período turístico de Arica es de un mes y medio aproximadamente, mientras que en todo el resto del país, es de alrededor de tres meses (de diciembre a marzo).
El por qué no se han tomado medidas al respecto en todos estos años... no lo sé, siendo que el problema está tan claro y sabiendo además que es el turismo lo único que podría salvar a la ciudad de un posible abandono total. Además, la ciudad es nuestra frontera con el Perú, ¿por qué la autoridad no la potencia? (siendo que por ella hay un mayor tráfico de personas entre un país y otro).
Por otro lado, otro de los golpes a la ciudad es el auge de las Universidades privadas y centros de formación técnica en todo el país. Antiguamente, a la Universidad de Tarapacá de Arica asistían alumnos de todo el país, muchos de ellos alejándose por varios meses de sus familias, al no quedar en alguna institución educacional de su lugar de origen.
Hoy, estos alumnos de fuera de la ciudad, prefieren matricularse en estas instituciones privadas en vez de alejarse de sus casas y de sus seres queridos, dejando a la ciudad sólo con quienes son de la zona, aislándose cada vez más.
Aún recuerdo las historias de los viejos habitantes de la ciudad, historias del Puerto Libre (Wiki), de cuando las perlas las vendían en las calles, en sacos, de la gran cantidad de personas que circulaban por todas partes de la ciudad, del té importado que todos bebían, de la loza italiana, la cuchillería de plata, los autos, etc... cosas que hoy no forman otra cosa que un bonito recuerdo, recuerdo aún vivo de una ciudad en vías de extinción.
La medida adoptada por la empresa es un nuevo golpe a la alicaída economía de la ciudad, la cual se encuentra desde hace varios años en pésimas condiciones.
Una de las causas de esta crisis económica ariqueña es el ser una cuidad que por el norte limita con la zona franca de Tacna y por el sur con la de Iquique. Así, Arica se ha convertido en una especie de isla en medio del desierto, ya que del sur la gente (y el dinero) sólo llegan hasta Iquique y del norte, ocurre lo mismo, pero hasta Tacna.
Arica, ciudad que antaño era próspera y llena de actividad y vida, poco a poco se está apagando y cayendo en un peligroso letargo que parece llevar a la ciudad a lo que hoy son las antiguas salitreras de nuestro país... pueblos fantasma.
Las autoridades locales y el gobierno central, han tratado de fomentar el turismo en la zona, pero claramente el trabajo que han realizado ha sido escaso o ineficiente. Un ejemplo de esto son lo que ocurre con las hermosas playas del lugar en los meses de verano (fecha en que llegan muchos turistas bolivianos a la ciudad). En pleno mes de de enero o entrado febrero, los ríos San José y el Lluta desembocan en las playas de la ciudad, producto del invierno boliviano (lluvias veraniegas en al altiplano). Estos ríos arrastran consigo basura, escombros, barro, tierra y lo que se encuentre a su paso, todos productos que contaminan la costa.
Una vez que los ríos "bajan" a la ciudad, los turistas la abandonan de inmediato. Así, el período turístico de Arica es de un mes y medio aproximadamente, mientras que en todo el resto del país, es de alrededor de tres meses (de diciembre a marzo).
El por qué no se han tomado medidas al respecto en todos estos años... no lo sé, siendo que el problema está tan claro y sabiendo además que es el turismo lo único que podría salvar a la ciudad de un posible abandono total. Además, la ciudad es nuestra frontera con el Perú, ¿por qué la autoridad no la potencia? (siendo que por ella hay un mayor tráfico de personas entre un país y otro).
Por otro lado, otro de los golpes a la ciudad es el auge de las Universidades privadas y centros de formación técnica en todo el país. Antiguamente, a la Universidad de Tarapacá de Arica asistían alumnos de todo el país, muchos de ellos alejándose por varios meses de sus familias, al no quedar en alguna institución educacional de su lugar de origen.
Hoy, estos alumnos de fuera de la ciudad, prefieren matricularse en estas instituciones privadas en vez de alejarse de sus casas y de sus seres queridos, dejando a la ciudad sólo con quienes son de la zona, aislándose cada vez más.
Aún recuerdo las historias de los viejos habitantes de la ciudad, historias del Puerto Libre (Wiki), de cuando las perlas las vendían en las calles, en sacos, de la gran cantidad de personas que circulaban por todas partes de la ciudad, del té importado que todos bebían, de la loza italiana, la cuchillería de plata, los autos, etc... cosas que hoy no forman otra cosa que un bonito recuerdo, recuerdo aún vivo de una ciudad en vías de extinción.
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