domingo, 24 de febrero de 2008

ALGUIEN NUEVO


Wau, un hermanito, hermoso, pero yo nunca lo pedí, prefiero seguir siendo la consentida de la casa. Tengo 2 años y ya he sufrido un gran golpe hacia mi ego, ya no soy la única y tendré que compartir el cariño de todos con esa pequeña cosa que salió de la guata de mi mamá. Yo nunca lo pedí, a mí nadie me preguntó si es que lo quería o no. A mis 2 años soy demasiado egoísta para entenderlo.

Sin embargo, al estar junto a él en su cuna, siento que todo mi egoísmo se evapora, dando lugar a una especie de tranquilidad absoluta. Es que ahora sé que no estaré más sola, que tengo a alguien de quien cuidar y preocuparme, tengo a alguien a quien ver crecer.

Él toma mi mano con la suya, no me suelta, se aferra a mi como si yo fuera lo único que tuviese en este mundo. Me siento importante, pues yo soy la única que aún hablo su lenguaje de infante en crecimiento. Nos entenderemos a las mil maravillas.

Mi mamá me dice que nos quiere a los dos por igual, le creo, y aunque no le creyera, tendría que aceptar sus palabras para no sentir celos de mi propio hermano, de quien más me necesita.

Me mira con su mirada inocente, con esa mirada que yo ya estoy perdiendo, con esa mirada tan cercana, pero a la vez tan lejana a mí, aquella que me hace sentir una niña de meses nuevamente.

Estoy creciendo, con la llegada de mi hermanito pasé de ser una guagua a una niña. Se acabaron las mañas, las pataletas, el hablar poquito, el lenguaje de señas, etc. Mi hermano me convirtió en otra persona, en alguien mejor.

El chocolate ya no se llamará más “cao”, la “papa” de ahora en adelante será la leche y a mi tía “Gaga” tendré que llamarla Gaba.

Cómo pasa el tiempo, parece que fuera ayer cuando era yo la que estaba en la misma cuna que el Dieguito.

Lo quiero, lo quiero mucho, en realidad, creo que lo amo, sí, a mis 2 años ya siento un profundo amor por alguien más que no sea yo.

¡Aughhh!, ya me dio sueño, mejor me voy a descansar, es que con lo del Diego las emociones en mí no se han detenido en días.

Hasta mañana a todos y… sí ahora soy una niñita, cuídenme, quiéranme y respeten lo que piense… los quiero mucho.



Dibujo: Amanda Aylwin