martes, 5 de febrero de 2008

LIBERTAD MAPUCHE EN TIERRAS CONQUISTADORAS

El domingo 03 de febrero recién pasado, me llamó la atención el titular del cuerpo D de El Mercurio, decía lo siguiente. "El imparable lobby mapuche en Europa en busca del autogobierno". Así es, los dirigentes mapuches han vuelto sus miradas hacia el viejo continente en busca de apoyo para una posible autoadministración de sus tierras.
Este tipo de medidas son las que me hacen reflexionar acerca de la voluntad y de la capacidad de nosotros como país de resolver nuestros problemas internos. Un ejemplo de esta situación fue lo ocurrido con la detención de Pinochet en Londres en 1998. Tanto el asunto mapuche como el de Pinochet deberían haber sido tratados de forma interna, ya que somos nosotros como país los responsables de lo que ocurre en nuestras fronteras.
Ahora bien, comprendo perfectamente lo que realizan los dirigentes mapuches en el exterior, la busqueda de apoyo extranjero ante la falta de diálogo con las autoridades chilenas. Sin embargo, me llama la atención la paradoja que significa que el pueblo mapuche solicite apoyo para un "autogobierno" al pueblo que lo trató de conquistar, España. Más aún, me preocupan las conexiones que en ese país los dirigentes mapuches están estableciendo con partidos independentistas como lo es Batasuna (vinculado a la ETA). Es de esperar que la colaboración con este tipo de organizaciones esté estrictamente relacionada con aspectos políticos y no con aspiraciones violentistas en nuestro país.
Por otro lado me pregunto, ¿qué saben los españoles acerca de lo que sucede en Chile? ¿acaso no se sigue discriminando al sudaca que llega hasta ese país? ¿acaso los españoles tienen nuestros mismos problemas, un transantiago, un sueldo mínimo miserable, etc?... ¿a quién beneficiará más esta cooperación internacional, a los mapuches o a los grupos como Batasuna?... probablemente a Batasuna, ya que le servirá como forma de legitimación ante el gobierno español, mientras que a los mapuches los perjudicará haciéndolos ver como posibles extremistas y violentistas, ante el gobierno chileno, que ha expresado hasta el cansancio que con grupos violentos están cerradas las puertas al diálogo.

¿Qué hacer entonces?
Creo que lo mejor sería luchar por los derechos de los pueblos originarios aquí, en nuestra tierra, con nuestra gente y entre nosotros, que al menos tenemos mucho más en común que con los conquistadores españoles, es decir, fuimos los conquistados.
Ahora bien, así como están las cosas, no le queda otra opción al pueblo mapuche más que seguir buscando reconocimiento internacional, pero eso si, tiene que elegir mejor donde buscarlo.