sábado, 23 de febrero de 2008

ARICA, CIUDAD CEMENTERIO


La ciudad de Arica, está ubicada en el extremo norte de Chile, a 2050 kms de distancia de la capital, Santiago, centro de la actividad política, económica y cultural del país.

La, que pasó de ser una villa a una próspera ciudad (La Muy Ilustre y Real Ciudad de San Marcos de Arica) en 1570, gracias a su puerto que permitía la salida desde Potosí, Perú, de la plata extraída desde sus minas.

Su fisonomía original, corresponde al clásico plano de Damero, con la plaza en medio, junto con la iglesia y la municipalidad rodeando el parque principal.

A las afueras de estas pocas casas se ubicó el cementerio. La idea era que éste estuviese alejado del centro urbano para evitar el contacto con cualquier tipo de infección o hedor que emanara del centro mortuorio.

Sin embargo, esta pretensión poco tuvo que ver con el pasado y el futuro que fue tomando la ciudad.

En el pasado, los terrenos en los que se ubica la ciudad fueron poblados por pueblos indígenas como los Chinchorro, dedicados a la pesca y uno de los primeros pueblos en momificar a sus muertos. Es más, las momias más antiguas del mundo se encontraron en el sector de Arica.

Así, cuando niños, salíamos con mis amigos de excursión a los bordes de la ciudad y al excavar menos de un metro de profundidad, en cualquier lugar, casi siempre nos topábamos con restos humanos, cráneos, piezas dentarias, etc, así como con tejidos de la época Chinchorro y trozos de cerámica.

Pues bien, sin saberlo los fundadores modernos de la ciudad, ésta fue construida sobre un cementerio indígena. Es increíble, pero donde uno excava en Arica encuentra algo de la historia de la ciudad.

En cuanto a lo que sucedió con el futuro de la ciudad, desde su fundación, ocurrió algo parecido, Arica fue escenario de una de las batallas más sangrientas de la Guerra del Pacífico (1879-1884) entre Bolivia, Perú y Chile, El Asalto y Toma del Morro de Arica, en el cual murieron cerca de 1500 personas, personas que obviamente, por motivos de tiempo y dinero, fueron inhumadas en fosas comunes alrededor del Morro de Arica, lugar en el que hoy se levanta la ciudad.

Así, Arica fue, es y será, la ciudad cementerio, un lugar lleno de historia, de riqueza arqueológica y cultural, acompañada siempre por las almas de sus muertos.