viernes, 22 de febrero de 2008

LAS MUJERES EN LA CARRERA PRESIDENCIAL ESTADOUNIDENSE

La disputa por la presidencia de los EE.UU se está trasladando desde el debate político duro, a lo que ocurre con las esposas o mujeres de los candidatos.
Michelle Obama (44 años), esposa de Barack Obama, recientemente declaró que hoy, por primera vez como adulta, se siente orgullosa de su país.
Declaraciones bastante fuertes para la posible y casi segura primera dama de los EE.UU.
Si bien es cierto, cualquier persona puede declarar lo que piensa, sin ofender a terceros, gracias a la libertad de expresión, también es cierto que en el contexto norteamericano estas palabras podrían perjudicar al candidato demócrata, por cuanto lo que su esposa piensa, perfectamente podría ser lo que Barack Obama piensa.
Que un candidato a la presidencia de EE.UU piense esto (no estar orgulloso de su país), en un país que se jacta hasta el fanatismo del "american dream" y que se enorgullece hasta por el ratón Mickey, podría costarle la presidencia.


Por otro lado, la esposa del candidato republicano John McCain, Cindy, ha tenido que mostrarse serena frente al público, ante los rumores de una posible infidelidad de su esposo con una lobbista de 40 años, llamada Vicki Iseman. Al destaparse estos rumores, la mujer de McCain se ha mostrada comprensiva y apoyando en todo momento a su marido, quien niega un posible affaire.
Si la información fuera cierta, McCain vería como su discurso, plagado de llamados a la ética y a la moral de su brillante carrera pública, se viene abajo, dándole mayor credibilidad al candidato demócrata, ya sea Hillary Clinton o el "no orgulloso de EE.UU" Barack Obama.


A primera vista, diría que la principal ganadora de este conventilleo político sería la otra mujer involucrada en la elección, Hillary Clinton, quien sin moverse de su escritorio compite hoy con un posible no seguidor del "orgullo americano" y por otro lado, con un también posible infiel ético y moralista.