En la época capitalista en que vivimos, el objetivo o sueño principal en la vida de muchas personas es convertirse en un empresario exitoso, un rico poderoso cuyo trabajo no sea otro que el despedir personas, ganar millones de pesos, ser adorado por todo el mundo, aparecer en revistas, ser reconocido por la opinión pública, tener cierta credibilidad basada en el éxito económico (un ejemplo de esto último lo representa, en Chile, Sebastián Piñera), hablar sólo de "las lukas", los computadores Mac, los iphones y de lo ocupados y exitosos que son.
Bueno, la cosa se acrecienta cuando son los "artistas" los que se ven seducidos por el mundillo empresarial, ya que estos "artistas" pregonan un cuento alternativo, una imagen relajada y despreocupada, despegada de los valores económicos y cercana a lo espiritual, lo sentimental y a lo cultural. Sin embargo, los millones seducen a cualquiera.
Un "artista" con dinero no es algo reprochable ni mucho menos, lo que si considero algo penoso, es olvidarse de dónde se viene, de tus raices y fundamentos. Es cierto, el dinero corrompe, pero yo creo que sólo lo hace con los débiles de espíritu, con quienes no creen en ellos mismos y cuya inseguridad les hace buscar refugio sólo en lo material. Esa si es vida de perro.
Bueno, la cosa se acrecienta cuando son los "artistas" los que se ven seducidos por el mundillo empresarial, ya que estos "artistas" pregonan un cuento alternativo, una imagen relajada y despreocupada, despegada de los valores económicos y cercana a lo espiritual, lo sentimental y a lo cultural. Sin embargo, los millones seducen a cualquiera.
Un "artista" con dinero no es algo reprochable ni mucho menos, lo que si considero algo penoso, es olvidarse de dónde se viene, de tus raices y fundamentos. Es cierto, el dinero corrompe, pero yo creo que sólo lo hace con los débiles de espíritu, con quienes no creen en ellos mismos y cuya inseguridad les hace buscar refugio sólo en lo material. Esa si es vida de perro.
Entradas
