viernes, 8 de febrero de 2008

A PROPÓSITO DE LO DE VILLOUTA

Como se puede leer en el blog de Villouta, éste se encuentra fuera de servicio debido a un carretazo de 3 días que se pegó el finde y que hoy lo tiene internado en una clínica para rehabilitación de drogas. A raiz de esto, me preguntaba cuántos de esos carretes me he pegado en mi vida, ese carrete autodestructivo y sin sentido que lo único que pretende es desconectarte del mundo que te rodea. Llámenlo como quieran, evasión, depresión, angustia, etc, la causa de este tipo de carretines pueden ser muchísimas, incluyendo, por supuesto, la sola diversión. Lo cierto es que en mi historia como carretero me vi muchas veces enfrentado a este tipo de ágapes viciosos. A continuación les mencionaré algunos de ellos:
  • Carretes a los 14 años, embriagándome con petacas de menta (ultraoodinarias), llegando borrado a los carretes quinceañeros. Recuerdo que en uno de ellos, delante de la niña que me gustaba, vomité todo lo qye había comido en mi casa antes de salir... una ensalada de choclos que salió de mi boca de forma intacta, no siendo afectada en lo absoluto por mis jugos gástricos. La niña, por supuesto, nunca más me pescó.
  • Carrete en la escuela de teatro con mis 4 partners (A.U, A.G y J.P.F) de esa época, salida a Bellavista un día viernes, drogas, alcohol y rock and roll (sexo no hubo). Resultado final, todos ebrios hasta el día lunes.
  • Casa de mi amigo Kuky en Santiago, alcohol hasta reventar, resultado final, vomitéel play station del hermano chico. Al otro día tuve que salir a vomitar a la vuelta de la manzana para que sus viejos no me cacharan.
  • Arica, un verano, año nuevo en la casa del Kuky, Whisky a destajo, resultado final, ebrio antes de las 12 de la noche y desmayado hasta el otro día.
  • Ufff, me cansé, van a pensar que soy qué.
Afortunadamante nunca llegué al extremo de Villouta, pero creo imaginar por lo que está pasando, así es que no me queda nada más que decir "fuerza" a todos los Villoutas de este país.